Sábado 1 y domingo 2 de julio de 2023
Cañonismo
Guía: Marco Olvera Robledo/ Retaguardia: Juan Antonio Romero Nieto
Asistentes: Ana Io Ezquerro Gallardo, Berenice Bernal Sánchez, David Pimentel Rodríguez, Diana Ruiz de Santiago, Getsemaní Blanco García, Jorge Romero Nieto
Reseña por: Diana Ruiz de Santiago
El sábado 1 de julio Bere y yo llegamos a casa a de Juanito y Jorge a las 5:45 pm, después de la lluvia y una práctica intensa de paciencia manejando en la 5 de febrero. Dejamos mi coche ahí y nos fuimos en la camioneta de Juanito. Pasamos por Saúl a la Comer del Estadio y continuamos nuestro camino a Aguacatlán. Tomamos la carretera 57 en dirección a San Juan del Río, pasamos por Bernal, Pinal de Amoles hasta llegar a Aguacatlán. El trayecto fue de 4 horas aproximadamente.
Llegamos a Aguacatlán a cenar unos Foto 1tacos de barbacoa. Continuamos nuestro camino subiendo hasta llegar al Sauz de Guadalupe, a casa de la Sra. Marina, eran las 10 pm. Ahí ya estaban David y Getse. La Sra. tiene unos cuartos que renta por $200 por persona por noche, pero nosotros elegimos acampar en el patio ($100 por persona por noche). Armamos las tiendas de campaña y al día siguiente nos despertamos cuando escuchamos que llegó Polen y Io. Algunos de nosotros desayunamos y juntamos el equipo que necesitábamos para el cañón.
Polen ya se había puesto en contacto con la Sra. y organizó el viaje desde la semana anterior, así que a las 8:00 am el hijo de las Sra. nos acercó a la entrada del cañón en su camioneta ($600 pesos por el trayecto por todo el grupo). Nos llevó por un camino de terracería bastante empinado por 40-50 minutos. Polen insistió en que no nos pusiéramos el neopreno desde el campamento y afortunadamente seguí su consejo porque caminamos 40-45 minutos para llegar a la entrada del cañón. Bajamos por un camino con muchos árboles y la flora similar a la de un bosque tropical.
En la entrada del cañón no había agua, así que caminamos por las rocas, atentos para evitar pisar alguna víbora. Después de unos metros encontramos la primera poza con agua. El cañón es hermoso, en la primera parte el agua de las pozas está súper cristalina y fresca. En las primeras pozas se armaron los rapeles para poder descender y en otras pozas se pudo brincar.
Para mí, la sensación de rapel en cañonismo es diferente al rapel en escalada deportiva; al descender en un rapel de escalada deportiva tienes una seguridad extra con los nudos autobloqueantes, el Prusik o el Machard, mientras que en el rapel de cañonismo sólo puedes frenar el descenso con tu maño; tienes que estar súper consiente (también en la escalada deportiva) de no soltar tu mano de la cuerda por ningún motivo; si te cae agua en la cara, te pegas, te resbalas mientras vas bajando... tienes que seguir sosteniendo la cuerda. Eso le agrega un poquito más emoción, pero poco a poco me fui sintiendo más segura.
Alrededor demedio día tomamos un pequeño descanso para beber agua, comer unas galletas y otros snacks. En el trayecto no nos encontramos a otras personas. Terminamos alrededor de las 2:00 pm. La salida de Infiernillo 1 la salida a la sección de Infiernillo 2, así que para regresar al camping tienes que subir una pendiente fuerte, o tal vez no tan fuerte, pero al estar cansados se siente más pesada. Cuando llegamos a casa de la Sra. Marina ya nos estaban esperando, con la comida lista y nos supo deliciosa. Disfrutamos de la comida, la vista y habiendo terminado regresamos a la zona del campamento para guardar las tiendas de campaña y equipo. Con la familia de la casa también se paga una cuota de $80 por entrar al cañón. Regresamos a Querétaro cansados, pero contentos y sin percances.
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