Por: Jannú Casanova Moreno
Fecha de la excursión: 23 de febrero de 2020
Aprovechando que ando preparando la reseña de otra salida de escalada en roca, decidí ponerme al corriente con esta que ocurrió en tiempos de prepandemia. El 23 de febrero, después de la pachanga del día anterior, nos levantamos a las 7:30 am para ir a escalar. Salimos del balneario El Borbollón en Temascalcingo a las 9:30, dejando atrás a las compañeras de la Ciudad de México que inicialmente estaban interesadas en la salida. Desafortunadamente, no se pudo coordinar el transporte para que regresaran de Aculco al DF, ya que nosotros nos regresaríamos directamente a Querétaro.
Llegamos a la Cascada de la Concepción a las 11:00 y nos dispusimos a escoger la ruta a montar. Éramos Jasmin, Eduardo Josué (sobrino de Lety Covarrubias), y yo. Seleccionamos la ruta llamada "Todos contra todos", un 5.8 que por ser escalada interior puede sentirse más duro. De hecho, Aculco es una zona de escalada en grieta más clásicas en el país. El armado ahí (o la ausencia del mismo) es una muestra de la ética de la llamada escalada clásica o tradicional. Donde se puede proteger usando la grieta, no hay bolts. De hecho, muchas de las rutas no tienen reuniones fijas y es común ver marañas de cuerdas en la parte superior de los escaladores de varias rutas que hacen reuniones usando los pocos árboles disponibles.
La ruta en cuestión, tiene la "ventaja" de que recientemente se instaló un un barandal el cual sirve de apoyo para anclarse al armar la reunión. De cualquier manera, se colocaron levas para asegurar que la reunión era segura para montar un yoyo. Josué y Jasmin tomaron turnos en escalar la ruta, llegando a diferentes alturas. La escalada interior suele ser más retadora que la exterior para muchos escaladores, incluyéndome. El empotrar las manos y pies en las grietas es más raro (y a veces doloroso) que apoyarse en agarres, por pequeños que estos sean.
Al final, también escalé yo y como a las 3 salimos del cañón. No lo había mencionado pero las rutas empiezan del fondo del cañón y terminan en la superficie. Después de una merecida comida, regresamos a Querétaro, sin saber que en unas semanas empezaría una contingencia que nos dejaría sin escalar por muchos meses.
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