Social e infantil
Domingo 3 de diciembre de 2023
Asistentes: 39 adultos y 11 niños/adolescentes
Hay días en los que al despertar siento cierta ilusión por el día, pero ese día definitivamente no era uno de esos. Después de pasar una mala noche, despertar con dolor de cabeza y sentir un tipo resaca (¡sin haber bebido alcohol!) no quería salir de mi cama. Sin embargo, no me podía quedarme debajo del edredón porque “tenía” que llevar algunas de las cosas para la posada que estaban en la casa. Gracias a mi lado previsor (o un poco intenso) que a veces sale, guardé todas las cosas que había planeado llevarme en el coche desde el día anterior, de lo contrario, hubiera olvidado más de un par.
El punto de reunión fue la Comer del Estadio. Casi todos llegaron puntualmente, a las 9:00 am. Algunos socios comentaron que nos alcanzaban en el Parque Recreativo “Cerro de los Gallos”. Con la ubicación del parque que está en Google Maps se llega fácilmente y el viaje es de 1 hora aproximadamente (https://maps.app.goo.gl/73ocZhHWxA5a9QJw7).
Llegando al parque algunos del grupo fuimos a buscar las palapas y asadores. Encontramos una palapa grande pero que no tiene bancas ni asadores, así que continuamos con la búsqueda y llegamos a la palapa “Encinos”. En esa palapa hay un asador y varias “bancas”/jardineras para sentarse. La familia de Gerardo Morales se ofreció a quedarse ahí para apartarnos el lugar mientras íbamos a caminar a las dunas rojas, ¡muchas gracias!
Nos reagrupamos en el estacionamiento para contar cuántas personas íbamos a ir a la caminata, éramos 44. Faridy fue la guía de esa caminata. Comenzamos a caminar alrededor de las 11:00 am. No pudimos tomar la ruta que tenía planeada porque había una competencia de bici de montaña; tuvimos que improvisar un poco. Al principio la visibilidad era baja debido a la neblina, pero a pesar de eso se podía notar el color rojizo de la tierra. Después de 40-50 minutos llegamos la zona de “resbaladillas”; poco a poco casi todos nos animamos a deslizarnos y creo que nos divertimos. Jannú comentó que puede ser un buen sitio para practicar el uso y autodetenciones con piolet.
Regresamos al parque a la 1 pm y a esa hora comenzamos a preparar la comida. Los niños se fueron a disfrutar de los juegos. Algunos se pusieron a prender los asadores, otras a preparar quesadillas, pico de gallo, salsas, botanas…. En menos de hora ya había comida por muchos lugares. Después de un par de horas de chorcha se empezaron a romper las piñatas. Para cerrar la reunión se repartieron los aguinaldos y tomamos una foto del grupo.
No cobran entrada al parque, sólo piden una cooperación voluntaria. Los baños están casi nuevos y muy limpios, ahí si cobran $10 por persona. Todos los juegos e instalaciones están muy cuidados; es un lugar agradable para las familias o grupos.
Yo regresé a casa sintiéndome un poco mejor y contenta con el resultado de la posada. En los últimos meses, por alguna u otra razón, varias excursiones se cancelaron por falta de quórum, hubo pocos proyectos… pero el ver a 50 socios e invitados reunidos ese día, compartiendo y disfrutando las “resbaladillas”, la comida y las charlas, me dio esperanza de que se pueden seguir organizados proyectos interesantes con el apoyo de todos.
Reseña por: Diana Ruiz de Santiago
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