Viernes 14 de junio de 2024.
Media montaña D
Asistentes:
Leticia Covarrubias
Gerardo Nolasco
Erika García
Norma González o
Guía: Erika Hernández
Retaguardia: Viridiana Campos
Reseña elaborada por: Leticia Covarrubias
Nunca había ido a La Cañada en la noche, es más según yo conocía La Cañada, pero resultó que como hacía muchos años que no iba, me sorprendí gratamente.
Le pedí a Fernando Ocampo que por favor me acompañara porque no sabía a qué hora íbamos a terminar y no quería regresar sola muy tarde. Como era viernes de quincena y por la hora, el tráfico estaba muy pesado, así que pusimos el Waze para que nos indicara como llegar al punto de reunión. En algún momento nos mandó lateral a las vías del tren, si mal no recuerdo fue justo empezando Hércules. Esta calle nos llevó prácticamente al punto de reunión. Me tomó por sorpresa que como hacía un poco de calor, está la gente en sus sillas platicando afuera de sus casas, como sucedía antes en cualquier calle del pueblo. Vimos mucha gente en bicicleta y la zona me pareció por demás segura y agradable a la vista. En un momento vimos un letrero que decía algo así como: Hacienda del Marqués de la Villa del Villar y un poco más adelante reconocí a Viri y le preguntamos que si ahí era el punto de reunión, nos dijo que sí, le preguntamos por la hacienda y nos dijo que estaba un poco más adelante, así que se subió al carro con nosotros y fuimos a ver la mentada hacienda, de la cual no pudimos ver gran cosa, solo parte del estacionamiento, la hacienda la rentan ahora para eventos como bodas. Viri dice que entró alguna vez a los socavones (son unos túneles que llevaban el agua al acueducto de Querétaro y que fue obra del Marqués de la Villa del Villar, según investigué son 33 túneles), y por lo que pude investigar en internet los están habilitando para hacerlos atractivo turístico.
Nota y fotografía del diario Milenio:
“Aquí El Marqués, que era el encargado de aguas nacionales cuando vino a Querétaro, vio la escasez. Conociendo que hay mucha agua en estos lugares en La Cañada, tanto que el río se llamaba río de aguas blancas, decidieron llevar el agua a Querétaro. En ésta propiedad había 33 veneros y el marqués decidió hacer aquí los proyectos para continuar el acueducto. Aquí se terminó de construir el acueducto", dijo Antonio González de Jáuregui Zubizarreta, propietario y descendiente de Juan Antonio Urrutia y Arana.
Llegaron Kiki y Norma , después Gerardo y finalmente Erika. Viri y yo nos bajamos del carro y le dijeron a Fernando que tocaba la orquesta municipal en la plaza por si quería ir a verlos, como a Fernando le gusta la música y además había antojitos, ni tardo ni perezoso se fue a la plaza, lo disfruto mucho y recomienda ampliamente irse en las tardes de los viernes a escucharla, además de que por la ubicación de La Cañada, les tengo que decir que el clima esta tirando a frio (algunas personas traían sudadera).
Comenzamos a caminar por una ligera subida y llegamos al puente que pasa por arriba de la vía del tren, tiene un letrero que dice: “PUENTE VIEJO ZUBIZARRETA- en tierras del nombre de Dios” eran las 19:28 hrs y ya se estaba terminando de poner el sol.
Pasamos el puente y del lado derecho, al lado de las vías del tren, vimos una entrada a una cueva, no sabemos si esta explorada ni que tanto.
Esta zona está llena de garambullos, cardones, palo bobo, palo shishote, Frayles, huizaches, uñas de gato, órganos, biznagas, que son arbustos, árboles y cactus típicos de la zona.
Esta parte tenía algo de piedras, pero una vez que llegamos digamos a la zona plana, era como arena de rio, sin piedras, con hormigueros y uno que otro alacrán. Kiki nos hizo la observación que lo que se vea en el piso como cristalitos que brillaban con la luz de las lámparas eran arañitas y que lo que veíamos eran sus ojos, me acerque para verificarlo y ¡era cierto!, son unas pequeñitas arañitas negras. Como a los 2.5Km pudimos tener una vista increíble de toda la zona: El Campanario, gran parte de La Cañada, los cerros de enfrente de donde andábamos, el circuito universidades, el hospital del IMSS de la Pradera, parte de Saldarriaga y los Héroes, y la cuota a San Miguel de Allende.
Kiki nos comento que toda la zona del cerro de enfrente, antes se podía caminar, ahora ya hay entre paracaidistas y colonias nuevas y en construcción y ya no se puede subir a esa zona pero tenía muchos senderos para correr o caminar y muchas pendientes.
El camino que recorrimos es un camino muy bien trazado, de ahí van de las comunidades de La Purísima, San Isidro, El Pozo a trabajara al Campanario y a la Cañada, o hasta la zona del Ecocentro o cerca de Miranda.
Es triste ver que el cerro ya lo compraron los del Campanario y en poco tiempo la gente de las comunidades que se trasladan a pie ya no lo van a poder hacer.
Cuando emprendimos el regreso bajamos por un camino de piedras de Cantera hasta llegar a la vía del tren, nos tuvimos que etener unos momentos porque justo estaba pasando el tren, una vez que terminó de pasar continuamos ahora con una subida de pendiente suave hasta que de nuevo nos encontramos a la altura de las vías del tren. Nos estaba comentando Kiki que si los maquinistas nos veían y los saludábamos, ellos nos contestaban con su silbato. Para nuestra sorpresa pasó de nuevo el tren en la otra vía, y si nos saludó.
Del lado derecho, en la ladera del cerro de enfrente ví una construcción grande con una iglesia muy bonita, pues resulta que todo es una propiedad privada de la familia Jáuregui, ahí si no se de que época es.
Finalmente llegamos donde estaban los autos, nos tomamos la foto de fin de excursión y emprendimos el regreso. Fueron 5.5km al total.
Kiki me dio un aventón a la plaza donde me esperaba Fernando y unos deliciosos tacos.
Les recomiendo que cuando tengan oportunidad vayan un viernes en la noche a la plaza de La Cañada, es muy bonita y con mucha historia
Muchas gracias Kiki por tan bonita salida Norma, Viri, Erika y Gerardo, fue una muy bonita salida.
En este enlace pueden ver las fotos
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