Por Leticia Covarrubias
Fecha de la excursión: 18 de agosto de 2019
Fuimos 2 autos: uno de San Juan del Rio y uno de Querétaro: Asistentes: Josafat, Polen, Josué, Teresa, María de Jesús y Letty de Querétaro, de San Juan: Robert, su mama, Mónica, Roberto y un amigo de Mónica.
Salimos más o menos a las 8 de la mañana de Plaza del Parque y tomamos camino hacia San Miguel de Allende, pasamos por Dolores Hidalgo y nos seguimos hasta San Felipe Torres Mochas y ahí nos reunimos los 2 carros más o menos a las 10:00 en la primera gasolinera que para no variar tenía una tienda y baños, ahí desayunamos algo ligero y fuimos al baño antes de continuar nuestro camino. Aquí en la gasolinera preguntamos cómo llegar a la Zona Arqueológica del Coporo (para verificar la guía que teníamos). Afortunadamente las instrucciones coincidieron y seguimos nuestro camino el cual al final estaba ya en muy mal estado el asfalto. Llegamos a la Zona Arqueológica mas o menos como a las 11, afortunadamente en ese momento salía un grupo con guía y nos unimos a él. Al llegar a la zona arqueológica hay un pequeño museo de sitio con baños y unas personas que te venden gorditas y productos de la región. Esta zona no es muy visitada, sin embargo debemos decir que es muy bonita y con unas vistas impresionantes, es un lugar que se debe conocer. Además, según yo esta era la última zona arqueológica que nos faltaba de Guanajuato, pero justo hace unos meses abrieron otra que se llama “Arroyo seco” misma que prometo ponerla en 2020.
Del museo de sito nos trasladamos en auto a la base del cerro donde están las construcciones y ahí dejamos los autos y se quedó mi mama la Sra. María de Jesús y los demás emprendimos el recorrido. El camino está bien señalado, pero no permiten el acceso sin guía ya que aún está en trabajos y existe la posibilidad de encontrar restos y vestigios (quieren evitar el saqueo). Más o menos a la mitad esta una cascada que por no haber llovido estaba seco, ahí comenzaba la subida bastante inclinada y no muy fácil de caminar por lo que Roberto decidió de ahí regresarse con su mamá. El resto del grupo seguimos la caminata hasta el mirador principal. Ahí tomamos algunas fotos, descansamos unos minutos y emprendimos el regreso. Ya de nuevo en el museo de sitio vimos con calma la película que explica la importancia del Coporo en la historia de León y de la zona y a las 14:00 emprendimos el regreso para ir a comer a la Ex-hacienda Jaralillo donde el Sr. Manuel y el personal a su cargo nos habían preparado una comida digna de hacendados, después de comer nos llevó a ver los toros de lidia de su ganadería, y nos dio una explicación de cómo se maneja una ganadería de este tipo, el porqué de los diferentes corrales y la importancia de este tipo de ganado en México. La ex-hacienda Jaralillo está a punto de convertirse en un hostal y por la manera en que nos trataron amenaza con ser un lugar interesante, con gastronomía típica con sazón propio de la región, diferente y promete experiencias únicas. Además, prometió que si queríamos una visita a la Ex-hacienda del Jaral él nos la puede conseguir. Ya con la panza llena y el corazón contente emprendimos el regreso. Recomendamos mucho la zona arqueológica del Coporo y recorrer las ex-haciendas de la zona.
A las 19:00 hrs ya estábamos los de San Juan y los de Querétaro en casa.
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